Cómo implementar herramientas de proctoring en el aula

Gestión y Administración Digital
Escrito por Xavier Villegas

Introducción.

La evaluación en línea se ha expandido rápidamente, especialmente desde la pandemia, y con ello crece la preocupación por garantizar la integridad académica de los estudiantes. El proctoring –o supervisión remota de exámenes– surge como solución para asegurar que las pruebas digitales sean tan confiables como las presenciales. En este modelo, un sistema (y a veces un supervisor humano) supervisa al estudiante mediante dispositivos y programas como son cámara, micrófono y software especializado para detectar comportamientos sospechosos (por ejemplo, el uso de apuntes no autorizados o suplantación de identidad). Con ello se busca que las evaluaciones reflejen fielmente el conocimiento real del alumno, evitando trampas que la evaluación tradicional siempre ha combatido.

Conceptos básicos

El término proctoring proviene del inglés y significa “supervisión”. En la práctica, consiste en usar tecnología para reproducir a distancia el rol del supervisor de examen: cámaras web, detección facial o de audio, bloqueo de ventanas, entre otros mecanismos. Hay tres tipos principales:

  • Proctoring en vivo: un supervisor real observa en tiempo real al estudiante mediante videoconferencia y pantalla compartida. Puede intervenir si observa trampa. Es muy seguro, aunque difícil de escalar a muchos alumnos simultáneamente.

  • Proctoring grabado: el examen completo (pantalla, audio y video) se graba y luego es revisado por una o más personas. Permite examinar con detalle cada caso, pero implica mucho tiempo dedicado a la revisión.

  • Proctoring automatizado: emplea inteligencia artificial para monitorizar automáticamente al alumno durante el examen. Detecta patrones irregulares (cambios de pestaña, distracciones, presencia extraña, voz ajena, etc.) sin intervención humana. Es ideal para pruebas masivas, pues un algoritmo vigila a muchos estudiantes al mismo tiempo.

En algunos entornos híbridos se combinan estos modos (por ejemplo, IA que marca eventos para una posterior revisión humana). Además, existen herramientas complementarias (como bloqueadores de navegador tipo Safe Exam Browser) que restringen el acceso a otros recursos durante la prueba.

Estrategias y soluciones ejemplares

Para implementar proctoring con éxito, se debe considerar seguir un plan claro:

  • Establecer políticas y comunicar objetivos: El liderazgo institucional debe explicar la necesidad del proctoring y sus beneficios a docentes, estudiantes y familias. Se sugiere crear materiales informativos (pósters, tutoriales) y un decálogo de buenas prácticas.

  • Formación de docentes y estudiantes: Capacitar al personal docente en el uso del sistema y sus procesos (manuales de usuario, talleres prácticos). También hay que entrenar a los alumnos en cómo realizar el examen correctamente (por ejemplo, cómo ajustar la cámara, evitar distracciones).

  • Pruebas piloto: Realizar simulacros con pocos alumnos o materias piloto para detectar problemas técnicos o de procedimiento. Esto permite ajustar protocolos antes de la aplicación masiva.

  • Infraestructura técnica: Verificar que todos los estudiantes cuenten con computadora, cámara, micrófono y conexión a Internet adecuados. Algunas plataformas toleran breves cortes de conexión para no interrumpir la prueba. Se debe, asimismo, establecer planes de contingencia (qué hacer si falla la cámara o la red).

  • Selección e integración de la plataforma: Elegir una herramienta que se integre bien con el sistema de gestión de aprendizaje (LMS) existente (por ejemplo, Moodle, Canvas) y que respete las normas de privacidad. Por ejemplo, Safe Exam Browser es una solución gratuita y de código abierto que crea un bloqueo del navegador durante el examen. Entre las plataformas comerciales más usadas están ProctorU/Honorlock, Proctorio, ExamSoft, Mercer Mettl, Talview, Smowl, SUMADI, entre otras. Cada opción ofrece características y alcances distintos (IA, supervisión en vivo, verificaciones de identidad, bloqueo de contenidos, etc.), por lo que se debe evaluar costos y funcionalidades según las necesidades de la institución.

  • Apoyo técnico y monitoreo continuo: Durante los exámenes reales, disponer de asistencia técnica (helpdesk) por si algún estudiante o profesor tiene dudas. Registrar todas las sesiones para revisión posterior y asegurar un sistema de alertas (por ejemplo, avisos al supervisor si alguien intenta desconectarse).

  • Comunicación transparente: Informar claramente a los alumnos sobre el uso del proctoring, qué datos se recopilan y cómo se usan, obteniendo su consentimiento informado. Según informes, los estudiantes se preocupan por su privacidad (por ejemplo, escanear la habitación o mostrar identificación puede incomodar). Explicar las políticas de almacenamiento de datos y cumplir las leyes locales es clave.

Beneficios

El uso de proctoring ofrece ventajas para la comunidad educativa:

  • Integridad académica: Disuade el fraude. La supervisión detecta actos indebidos (suplantación de identidad, consulta a otros dispositivos o documentos), asegurando que las calificaciones reflejen el verdadero desempeño del estudiante.

  • Flexibilidad: Los alumnos pueden tomar exámenes desde cualquier lugar (casa, biblioteca, centro asistencial) con acceso a Internet. Esto favorece la educación a distancia y programas con alumnos en zonas distantes. Además, realizar la prueba en un entorno confortable y conocido (por ejemplo, en casa) suele reducir la ansiedad, lo que puede mejorar el rendimiento.

  • Ahorro de tiempo y recursos (para los docentes): Al eliminar la logística de exámenes presenciales, las instituciones reducen costos operativos (alquiler de salas, impresión, desplazamientos). Un único supervisor o el propio software pueden vigilar a varios estudiantes al mismo tiempo, haciendo más eficiente el proceso.

  • Accesibilidad e inclusión: Las personas con movilidad reducida o con dificultades de traslado pueden participar con igualdad. El acceso a exámenes supervisados en línea rompe barreras geográficas y socioeconómicas, democratizando la evaluación.

  • Confianza en los resultados: Con tecnologías como reconocimiento facial y análisis de video, los profesores y la institución pueden tener mayor seguridad en que quien presenta la prueba es el estudiante inscrito. Esto refuerza la credibilidad de los títulos otorgados.

Desafíos y consideraciones

La implantación del proctoring también plantea retos por afrontar:

  • Privacidad: La supervisión remota implica grabar audio y video del estudiante, e incluso un escaneo de su habitación. Esto puede causar inquietud (presencia de familiares en el video, datos confidenciales al mostrarse el documento de identidad, etc.). Es fundamental gestionar los datos con responsabilidad y transparencia, siguiendo principios de “privacidad por diseño” y cumpliendo regulaciones existentes.

  • Conectividad y equipamiento: No todos los alumnos tienen Internet estable o dispositivos adecuados. Hay que prever soluciones (puntos de apoyo con buena conexión) o plataformas tolerantes a fallos ocasionales. También se debe guiar al estudiante para evitar el uso de navegadores incompatibles o cortafuegos que pudieran interferir.

  • Adaptación cultural: En algunos entornos puede existir resistencia o desconfianza hacia el proctoring. Por ello es crucial sensibilizar a todas las partes involucradas y demostrar los beneficios educativos. Se debe comunicar que el proctoring no parte del prejuicio de “todos son tramposos”, sino del interés por mantener la equidad. Una adecuada cultura de integridad académica facilitará su aprobación y su consecuente adopción.

  • Capacitación docente: Los profesores necesitan tiempo y recursos para aprender a usar la herramienta (configurar exámenes, revisar alertas, interpretar reportes). Contar con un plan de implementación es clave; elaborar guías de uso y entrenamientos específicos. Estos serán quienes mayormente respondan dudas técnicas y pedagógicas a los alumnos durante la adopción del sistema.

Conclusión

El proctoring se perfila como una solución práctica para reforzar la seguridad y transparencia de las evaluaciones en línea. Para comenzar, una institución puede adoptar un enfoque gradual: definir políticas claras de integridad académica, capacitar a la comunidad educativa y hacer pruebas piloto en asignaturas cortas. Es recomendable seleccionar una herramienta adecuada (evaluando costo, flexibilidad y niveles de supervisión) e integrarla con el LMS utilizado. Con una implementación cuidadosa —comunicada con antelación, con apoyo técnico y formación—, el proctoring puede fortalecer la calidad de las evaluaciones remotas. En definitiva, ofrece a docentes y estudiantes un método confiable para certificar conocimientos, manteniendo la credibilidad de los títulos sin renunciar a la comodidad del formato digital.

Referencias:

Xavier Villegas
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